lunes, 24 de noviembre de 2008

Jesucristo conduce un coche que no contamina


La protección del medio ambiente se convierte en una cuestión moral

El tema medioambiental ha traspasado fronteras y ha dejado de ser una preocupación minoritaria, a ser un asunto de gran calado tanto en la política, como en la economía, la sociedad…, incluso espiritual y moral. Los líderes de las distintas religiones del mundo también tienen algo que decir sobre este tema desde la óptica más trascendental. De hecho, en abril de 2008 el Vaticano presentó un discurso titulado Cristianos y budistas: cuidar del planeta tierra, donde se invita a los seguidores de ambas religiones a colaborar en proyectos para proteger el medio ambiente y convertirse en “portadores de esperanza para un mundo limpio, seguro y armonioso”. También subraya que estas comunidades deben promover la concienciación ecológica “a través de la educación pública y el buen ejemplo, respetando la naturaleza y actuando de forma responsable hacia nuestro planeta común: la tierra”. El Islam también hace referencias a estas ideas, incluso, según webislam.com se considera que el planeta es un organismo vivo, “en el Sagrado Corán, Dios enseña que la tierra es un organismo vivo y consciente que no tolerará sumisa la explotación desenfrenada”. Y el Judaísmo tampoco se queda atrás, por ejemplo, el pasado mes de junio se llevó a cabo la Tercera Cumbre Global para Jóvenes Innovadores Judíos (ROI,) en la ciudad de Jerusalén, donde 120 jóvenes judíos de todo el mundo intercambiaron proyectos innovadores sobre todo tipo de áreas, aunque hubo una especial atención por el medio ambiente.

En Estados Unidos esta tendencia la representan claramente los cristianos evangélicos que cada día ganan más fieles en dicho país. Actualmente hay registrados unos 30 millones de miembros de la Asociación Nacional de Evangélicos de Estados Unidos, un número importante teniendo en cuenta que la población de EEUU en el año 2006 fue de 300 millones. Es decir, el 10 % de la población estadounidense sigue dicha doctrina.

La Asociación se fundó en 1942 y representa a unas 45.000 iglesias de diferente denominación evangélica en Estados Unidos. Hasta hace poco tiempo los cristianos evangélicos organizados mostraron poco interés por los problemas ambientales. Sin embargo, ahora algunas organizaciones evangélicas están fomentando activamente el desarrollo sostenible. Muchos de ellos comparan su visión sobre el medio ambiente con órdenes y mandatos bíblicos.

Evangelical Environmental Network (Red Evangélica Ambiental), Evangelical Climate Initiative (Iniciativa Evangélica Climática) y la revista Creation Care (Cuidado de la Creación) han respaldado leyes contra el cambio climático y han dirigido su atención hacia la reducción de las emisiones de CO2 de los automóviles “porque el transporte también es un tema moral” según ellos.

Entre sus proyectos más exitosos cabe mencionar la campaña de sensibilización What Would Jesus Drive? (¿Qué conduciría Jesús?, haciendo referencia a los coches menos contaminantes) Una curiosa mezcla de doctrina bíblica y ambiental. Esta campaña educacional para concienciar sobre la conservación del medioambiente y reducir el consumo de gasolina y la polución de los coches, se creó en febrero de 2002. La Red Evangélica Ambiental, se encargó de difundir la propaganda de dicha campaña.

Su filosofía se basa en la idea de que los vehículos contaminantes tiene un gran impacto sobre la salud de los seres humanos y sobre la creación de Dios. “Promocionar el desarrollo sostenible es, sin duda, una obligación para los cristianos del siglo XXI”.

Los evangélicos apuestan por la lucha ciudadana ya que consideran que la única solución contra el cambio climático requiere de la colaboración de todos.

La Red Evangélica Ambiental nace en 1993, sin embargo, no ha tomado fuerza hasta algunos años después, sobre todo ahora, que el tema medioambiental está a la orden del día y los efectos del cambio climático ya se están notando. A los evangélicos les preocupa seriamente cómo el calentamiento global afecta en mayor grado a los más pobres, y creen que la misión de los cristianos es ayudarlos.

La campaña What Would Jesus Drive? se lanzó oficialmente en noviembre de 2002 cuando se inauguró una conferencia en Detroit con altos ejecutivos de algunas compañías automovilísticas, evangélicos y algunos líderes religiosos judíos y cristianos católicos. El impacto de esta campaña ha sido enorme, sólo en 2003 se registraron 1900 artículos en la prensa estadounidense, en diarios como: Wall Street Journal, New York Times, Washington PostTambién en revistas como U.S. News & World Report, Fortune, the Biblical Archeological Review,y Roads and Bridges... Asimismo, se hizo referencia a esta campaña en diversos programas de radio y televisión, algunos ejemplos son: 60 Minutes, NBC Nightly News, ABC's World News Tonight, Good Morning AmericaAdemás, esta iniciativa también ha tenido su repercusión internacional en Reino Unido, Alemania, España, Francia, Australia, Sudáfrica…

Los líderes de muchas de las comunidades evangélicas estadounidenses se han sumando a esta lucha, incluso los altos cargos de la Asociación Nacional de Evangélicos de Estados Unidos, y animan a todos los cristianos a que les ayuden.

Este grupo mayoritariamente ha apoyado a los republicanos en las elecciones, pero esta tendencia puede cambiar si este partido no respalda sus planes medioambientales. Así que los republicanos deben apoyar posturas más efectivas contra el cambio climático, si quieren contar con su apoyo. Por todo ello, este grupo social se convierte en un importante actor para el fomento de medidas de desarrollo sostenible en EEUU, ya que su fuerza puede hacer que en un futuro sus proyectos se conviertan en realidad, mediante el impulso electoral.

Más información:


www.christiansandclimate.org/


www.creationcare.org/


www.nae.net/index.cfm

www.whatwouldjesusdrive.org/

lunes, 17 de noviembre de 2008

California, enclave ecológico de Estados Unidos

El estado norteamericano lidera importantes medidas contra el cambio climático

Desde el pasado fin de semana las llamas vuelven a devastar los bosques y ciudades del sur de California. Apenas hace un mes desde que dos incendios acabaron con la vida de dos personas y arrasaron unas 2.500 hectáreas, cuando desgraciadamente la historia vuelve a repetirse. Unas 300 viviendas y 600 caravanas han quedado destruidas por los incendios que asolan el condado de Los Ángeles, y más de 20.000 vecinos han abandonado sus hogares. Ante la gravedad de la situación el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, ha declarado el estado de emergencia en toda la zona.

Desastres tan terribles como éste nos advierten de lo importante que es proteger la naturaleza, beneficiosa para todos, pero muy vulnerable. Por eso, desde hace unos años el estado de California se ha concienciado sobre ello y toma la delantera en cuanto a medidas ecológicas en Estados Unidos.

El liderazgo de California en medidas de protección ambiental es evidente, debido a las iniciativas que propone y pone en práctica su gobierno para disminuir el calentamiento global. Según la cadena de televisión CNN “California se enorgullece de su política independiente sobre el medio ambiente, que a menudo va en contraposición con las leyes federales.” Incluso, “el gobernador Arnold Schwarzenegger firmó en el 2006 un pacto con el entonces primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, para luchar contra el calentamiento global”.

Las posturas llevadas a cabo por lo estados norteamericanos en torno al cambio climático son un claro ejemplo del poder que tienen los actores gubernamentales no centrales. De hecho, los estados están más implicados que el gobierno federal, sobre todo California, que al ser una región que sufre anualmente incendios y sequías, está más concienciada en este asunto. Otro motivo por el que este estado toma la iniciativa en la lucha medioambiental, es que el calentamiento global acaba con el clima mediterráneo existente en el estado californiano. California, Texas, Florida, Nuevo México…, están notando más los efectos del cambio climático que otros estados norteamericanos, por eso han tomando más medidas para frenarlo que el gobierno de EEUU.

California, es el estado más osado de todos, pues sus medidas afectan a muchos actores: fabricantes de coches, las compañías eléctricas, la Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental), entre otras más. Sus proyectos sirven de ejemplo para otros estados, y sobre todo se están haciendo muy populares a nivel local.

Mientras el Congreso se plantea abordar el tema de las emisiones de dióxido de carbono, California ya lo está llevando a cabo, mediante la Global Warming Solutions Act (Ley de Soluciones para el Calentamiento Global) aprobada en el año 2006. El objetivo de este decreto es disminuir las emisiones de gases para el 2020. Es una meta muy ambiciosa, teniendo en cuenta que las emisiones contaminantes por persona en California siguen siendo el doble que en Dinamarca. No obstante, esta propuesta está estancada actualmente porque el 19 de diciembre de 2007 el gobierno de Bush prohibió al estado californiano su aplicación, alegando que los estados no tienen jurisdicción alguna para imponer límites a sus emisiones. Esta decisión provocó que el estado de California demandara en enero de 2008 al gobierno federal por esa prohibición.

A pesar de ello, en los últimos días, la prensa ha publicado que entre las prioridades del presidente electo Barack Obama está levantar dicha prohibición, gesto que California ha aplaudido y espera que se cumpla.

Este estado lleva la delantera en EEUU, ya que el gobernador Schwazenegger obliga a los productores de petróleo y otros combustibles que reduzcan las emisiones de dióxido de carbón en sus productos en un 10 % para el 2020, para ello se promociona el uso de carburantes mezclados con más etanol y otros biocarburantes.

Por su parte la energía solar está ganando cada vez más adeptos, sobre todo a través del proyecto “Un Millón de Tejados Solares”, subvencionado con más de 3 billones de dólares, y cuyo objetivo es financiar la instalación de paneles solares en todo el estado durante 10 años.

Sin embargo, no debemos creer que todos estos esfuerzos gubernamentales en la lucha contra el cambio climático, se realizan sin esperar nada a cambio. La protección del medioambiente es una apuesta segura para ganar las elecciones allí, por eso, los políticos californianos compiten entre ellos para ser considerados por la ciudadanía como los más ecologistas. Por ejemplo, unos 40 legisladores conducen coches híbridos, de hecho, el gobernador de California, Arnold Schwazenegger, conduce un coche de hidrógeno. Los políticos californianos están a favor de las energías renovables, por ello las leyes del estado de California exigen a las empresas públicas que el 20% de la energía que produzcan proceda de la energía eólica y de biomasa para el 2010, y que ese porcentaje aumente hasta un 33% en el 2020.

Pero, California no es el único enclave ecológico de EEUU, nueve estados del noreste también están tomando medidas semejantes. Asimismo, 10 estados han firmado proyectos que promueven el uso de etanol, las energías renovables…, es decir, siguen las directrices de California. Texas es el estado que más energía eólica genera de todo el país. Otro estado interesado en el fomento de la energía eólica es Kansas, también conocido como “pueblo de los vientos del sur”, allí se ubica una planta eólica cerca de Montezuma, de 170 turbinas lo que genera electricidad suficiente para abastecer 40.000 hogares.

Las alternativas y proyectos ecológicos de desarrollo sostenible se hacen también muy populares a nivel local, casi 400 ciudades estadounidenses han llevado a cabo planes para reducir y poner freno a las emisiones de gases. Muchos alcaldes compran sólo coches de carburantes eficientes para las flotas municipales.

A pesar de todas esas iniciativas, Estados Unidos sigue siendo el país que más contribuye al mantenimiento del cambio climático, pues el 50% de las emisiones del mundo vienen de este país. Por eso, la lucha contra el calentamiento global tiene sus esperanzas puestas en las iniciativas locales y estatales, porque los estados son el germen para los grandes cambios en la política federal en torno al cambio climático.

Más información:

Véase el artículo de Economist.com “Waking up and catching up” (25 de enero de 2007)

http://gov.ca.gov/issue/energy-environment/

http://www.solutionsforglobalwarming.org/index.html

lunes, 10 de noviembre de 2008

Aux arbres, citoyens!


Los árboles son los mejores aliados contra las emisiones de CO2
Aux armes, citoyens! (¡A las armas, ciudadanos!) es una de las frases más célebres de la Marsellesa, el himno nacional de Francia. Además, fue el lema que supuso un gran cambio en la historia, el triunfo de la libertad y el principio de la era contemporánea. Más de 200 años después de aquel acontecimiento, los ciudadanos del siglo XXI emprenden una nueva batalla, la lucha contra el calentamiento global.

Una iniciativa a destacar es la propuesta por Manuel Enrique Figueroa Clemente, catedrático de la Facultad de Biología de la Universidad de Sevilla, él propone extraer el dióxido de carbono de la atmósfera mediante sumideros naturales, es decir, a través de la reforestación. En su obra, Los Sumideros Naturales de CO2, demuestra cómo una Melia contrarresta diariamente el dióxido de carbono emitido por 1093 coches y un Naranjo 792. Su proyecto cuenta con el respaldo de los ecologistas, porque “crear más pulmones para la ciudad, es muy positivo”, afirma Pepa Alonso, miembro del partido Los Verdes de Sevilla, en exclusiva para R. I. M. A.

Figueroa asegura en su libro que la creación de sumideros naturales “se puede hacer a través de varias líneas de trabajo, reforestación de grandes zonas forestales no arboladas; el desarrollo de recursos para la defensa contra incendios y tratamientos silvícolas preventivos”. Próximamente el grupo de investigación del profesor Figueroa firmará un acuerdo con la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para conocer el nivel de absorción de dióxido de carbono en las especies más abundantes del territorio urbano andaluz. Esta propuesta ya se ha probado en los pinares de Cartaya (Huelva) con buenos resultados, pero para que tuviera una repercusión mayor se necesita la incorporación de una política de sumideros en la normativa urbanística a nivel local y regional. Es decir, que en un futuro uno de los criterios más importantes en el diseño de las calles y parques de una ciudad sea plantar las especies de árboles más idóneos para contrarrestar las emisiones de CO2.

Además, esta idea no sólo surge desde el ámbito universitario, también la siguen muchos ciudadanos gracias al programa de televisión El Hormiguero de la cadena Cuatro que desde hace más de un año propone a su audiencia plantar árboles, de hecho, ya han contabilizado más de 100.000 en todo el país.

Incluso las empresas colaboran con los objetivos ecologistas, prueba de ello, es la nueva campaña publicitaria de Volkswagen con su Programa CO2 Neutral, para la compensación de emisiones. La marca alemana de automóviles ofrece la posibilidad de plantar y cuidar durante 40 años un número determinado de árboles por la compra de cualquier modelo de sus coches, en función del dióxido de carbono que se emite al conducir, y así neutralizar sus emisiones contaminantes.

Los últimos informes sobre los bosques en España demuestran que esta alternativa puede convertirse en una realidad en un corto plazo, debido a que la superficie forestal española aumentó en más de un millón de hectáreas en los últimos diez años, según se desprende del Tercer Inventario Forestal Nacional, publicado el pasado mes de septiembre.

Además, “los árboles absorben un 20% de las emisiones de dióxido de carbono anuales de España”, según apunta el secretario general del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, Raúl de la Calle.

La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, presentó en el Consejo de Ministros del pasado 12 de septiembre el Plan para la plantación de 45 millones de árboles, un proyecto que se llevará a cabo desde 2009 hasta primavera de 2012, supondrá una inversión de más de 90 millones de euros y permitirá mitigar la desertificación del territorio, reducir el nivel de riesgo de erosión y consolidar y recuperar la potencialidad del suelo.

Pero, la iniciativa de incrementar el número de sumideros naturales, no sólo se refiere a los bosques y parques, sino que también supone un cambio en la agricultura. Juan Cuesta Macías, secretario en Sevilla de Ecologistas en Acción Andalucía, advierte del peligro de los campos de cultivo intensivo debido a que el uso de pesticidas y demás productos químicos contamina notablemente el aire, como él mismo afirmó en exclusiva para Republica Independiente del Medio Ambiente “hay que modificar la agricultura para que pase de ser una emisora de CO2, a lo que siempre había sido, un beneficioso sumidero natural”.

Incluso, los investigadores de la Universidad de Almería, aseguran que las cubiertas de plástico de los invernaderos almerienses han retardado los efectos del cambio climático en la zona, provocando una disminución de la temperatura media anual desde principios de los ochenta, en concreto, 0´75 grados centígrados. La reflexión de los techos hace que una parte del calor de la energía solar se evacue al exterior de la atmósfera, de ahí el descenso de las temperaturas. En definitiva, los árboles son los mejores aliados contra las emisiones de CO2. Todo ello explica que el grito de guerra de los defensores de la naturaleza, como el cantautor francés Yannick Noah, que reclaman la llegada de la era ecológica, sea Aux arbres citoyens!. (¡A los árboles, ciudadanos!)

Véase el artículo “España busca cazadores de CO2” de Inmaculada Casas Delgado

http://www.diariodesevilla.es/article/sociedad/218055/espana/busca/cazadores/co.html

Aux arbres citoyens de Yannick Noah

http://es.youtube.com/watch?v=ATqz1Xg9OZE

Más información:

http://n2abc10.abc.es/hemeroteca/historico-06-11-2008/sevilla/Nacional/los-invernaderos-retardan-el-cambio-climatico-segun-la-ual_911053995001.html

http://www.abc.es/hemeroteca/historico-04-11-2008/sevilla/Nacional/la-flora-urbana-como-sumidero-natural-de-dioxido-de-carbono-en-las-ciudades_911004490866.html

CO2 Neutral, Compensa tus emisiones
www.movimientobluemotion.com

lunes, 3 de noviembre de 2008

Los norteamericanos a favor del medio ambiente

Las últimas elecciones presidenciales en EEUU demostraron que ni el 11-S, ni la guerra de Irak pudieron derrotar al presidente Bush. No obstante, lo que podría acabar con el poder de los republicanos sería el cambio climático. Para dicha afirmación nos basamos en las estadísticas más recientes que muestran que los estadounidenses están cada vez más concienciados con dicha problemática, sobre todo desde la difusión del documental de Al Gore, Una verdad incómoda, los desastres causados por el huracán Katrina en Nueva Orleans y los incendios de California del verano de 2007. El siguiente fragmento de un artículo de Economist.com reafirma esta idea:

“La destrucción causada por el Huracán Katrina en el verano del 2005 ha tenido una gran influencia en los votantes, según los últimos datos ofrecidos por Jonathan Lash, representante del Instituto de Recursos del Mundo, (World Resources Institute). Para los americanos las enormes incidencias que están teniendo los cambios del tiempo meteorológico ha servido como prueba de que el cambio climático es real. Muchos de ellos han visto el documental de Al Gore, que se ha convertido en el tercer documental más exitoso de todos los tiempos, ganador de un Oscar, (un premio Nobel y un Príncipe de Asturias) Las últimas encuestas revelan que los americanos están cada vez más preocupados por el cambio climático, a pesar de ello, la opinión pública europea y japonesa sigue estando más concienciada en este aspecto”. (Economist.com)

De esta manera, el estereotipo de norteamericano contaminante y nada concienciado con la naturaleza desaparece, y permite abrir nuestras miras. De hecho, hay que recordar que Greenpeace, la gran ONG ecologista la fundaron unos canadienses y estadounidenses. Las voces ecologistas en Estados Unidos se oyen cada vez con más fuerza.

Sin embargo, la lucha ciudadana no queda sólo en palabras y buenas intenciones, sino que apuestan por un compromiso real y activo. De hecho, cuatro de cada cinco ciudadanos estadounidenses, que son los mayores emisores de dióxido de carbono del mundo, estarían dispuestos a modificar sus hábitos para frenar el calentamiento global. Así lo muestran los datos del informe presentado por la cadena pública británica BBC, que ha cotejado las opiniones de 22.000 personas en 21 países diferentes y del que se desprenden datos muy esperanzadores. La mayoría de los encuestados, incluidos los norteamericanos, opinan que el coste del combustible debería aumentar, impulsando así otro tipo de combustibles o transportes. Las estadísticas muestran que en los últimos dos años, más del 70% de los norteamericanos piensa que el cambio climático es un asunto de vital importancia. El 40% considera que la actividad humana es la gran causante de esta situación. No obstante, hay un 10% que cree que todavía no hay evidencias sólidas de que el cambio climático se esté produciendo, por lo que todavía queda mucho camino por recorrer.

De todo esto parece desprenderse la idea de que en EEUU los ciudadanos están más decididos que su propio gobierno a contemplar cambios serios en su estilo de vida a fin de combatir el calentamiento global, así que la opinión pública es también un relevante actor ha tener en cuenta.

En definitiva, la lucha contra el calentamiento global se hará desde la población, porque cada vez tienen más fuerza sus propuestas. Pero, lo que es más importante, a los políticos les preocupan los votos de esa ciudadanía cada vez más concienciada, y como consecuencia se ven obligados a responder a sus demandas. En resumen, el medioambiente de EEUU y del mundo tiene puestas sus esperanzas en la lucha ciudadana.

Más información:

Véase el artículo “Los ciudadanos, más concienciados que los políticos frente al cambio climático” (5 de noviembre de 2007) El País.com

El cambio climático, un tema de campaña ineludible


El tema de actualidad estos días son las elecciones norteamericanas, y en Republica Independiente del Medio Ambiente queremos tratar este asunto desde una óptica diferente, es decir, desde la visión ecologista. Por eso presentaremos la importancia de la protección de la naturaleza en la política estadounidense.

El asunto medioambiental está dentro de los puntos importantes de los programas de los distintos partidos políticos, pero esto no se debe a una repentina concienciación de la clase política, más bien responde a la necesidad de conseguir votos. Dado que la sensibilización por la lucha contra el cambio climático ha calado primero en los ciudadanos, ahora los políticos deben responder a esa demanda si quieren llegar o mantenerse en el poder. En el caso de Estados Unidos no iban a ser menos, por eso últimamente tanto los demócratas como los republicanos han descubierto su importancia como llave para llegar a la Casa Blanca en las elecciones de 2008.

El triunfo demócrata acerca a EEUU al Protocolo de Kyoto

Entre los actores con más influencia en EEUU, no podemos olvidar la presencia del Partido Demócrata, que es el principal partido de la oposición. Este grupo político siempre se ha mostrado más abierto que el Partido Republicano a las propuestas en favor del medio ambiente, no obstante, cabe señalar que durante la presidencia del demócrata Bill Clinton tampoco se ratificó el Protocolo de Kyoto. Varios de los políticos que aspiran a suceder a Bush en la Casa Blanca miran las encuestas de opinión pública y observan que el cambio climático, la energía y la defensa de la naturaleza son temas que preocupan al electorado. De ahí, que últimamente se hayan sucedido las iniciativas de distintos políticos estadounidenses cuyo objetivo es el respaldo popular de su candidatura.

El senador demócrata John Biden, de Delaware presentó en enero de 2007 un proyecto que promueve el retorno de Estados Unidos al Protocolo de Kyoto, así expuso las razones de su iniciativa:

“El clima ha cambiado. Cambió fuera, donde el año que acaba de terminar fue el más cálido en Estados Unidos. Y cambió dentro, en el recinto del Senado, donde las causas y consecuencias del calentamiento global preocupan cada vez más a todos”. (John Biden)

Asimismo, la demócrata Hillary Clinton también hace hincapié en esa idea, afirma que “dadas las prueba científicas y las consecuencias del calentamiento, es necesario dar pasos para reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases”.

La victoria de los demócratas en las pasadas elecciones legislativas del 7 de noviembre de 2006, ha supuesto un cambio dramático en la política medioambiental norteamericana. Los republicanos al perder el control de la Cámara de Representantes y del Senado ahora se ven obligados, hasta lo que queda de legislatura, a llevar a cabo una política de consenso. Media docena de leyes sobre el cambio climático circulan ahora por el Senado, a la espera de una resolución definitiva. Sobre todo se apuesta por la energía eólica y el uso de etanol para sustituir la gasolina.

Hay muchas propuestas sobre lo mismo, entre ellas la más conocida es la de Ley de McCain-Lieberman, sobre “Mayordomía del Clima”, que propone reducir las emisiones de carbón para el 2012 y reducir un 2% al año las emisiones hasta 2020. Es el proyecto más ambicioso, su objetivo es crear un mecanismo similar al Protocolo de Kyoto de topes de emisiones de carbono y que permita a las compañías comerciar derechos de polución. Este proyecto está co-patrocinado por el demócrata Barak Obama, senador de Illinois. Este proyecto es también interesante porque supone el consenso entre los dos partidos, ya que McCain es republicano y Lieberman y Obama demócratas. De hecho, McCain, a pesar de ser republicano, en la campaña presidencial de 2004 criticó la estrategia ambiental de la administración Bush al opinar que se perdía mucho tiempo en la investigación cuando lo que se necesitaba era la acción.

El 1 de noviembre de 2007, el Senado de EEUU aprobó una iniciativa sobre calentamiento global que supone el primer paso hacia una legislación que pueda imponer recortes obligatorios en los gases generadores del efecto de invernadero. Con una votación de cuatro contra tres, el subcomité del Senado sobre Calentamiento Global dio luz verde a este proyecto que limitaría el dióxido de carbono y otros gases del efecto invernadero emitidos por las refinerías, las fábricas y los combustibles de motores.

El presidente del subcomité, el senador John Lieberman, dijo que “la votación es potencialmente, un acontecimiento histórico que demuestra que Estados Unidos finalmente inició un combate serio contra la amenaza del calentamiento global desenfrenado.”

Dentro del Senado estadounidense encontramos posturas enfrentadas en torno al problema medio ambiental, pero las políticas sobre este tema están cambiando. No sólo por parte de los demócratas, que siempre han sido más favorables a las medidas para la mejora del medio ambiente, (con Al Gore a la cabeza) sino que esa postura también está brotando ahora entre los republicanos. ¿A qué se debe ese cambio de parecer? Es sobre todo debido a que el cambio climático también supone un tema relacionado con la seguridad del Estado, ya que implica importar petróleo de países con los que EEUU mantiene relaciones hostiles. (Latino América y Oriente Próximo)

En definitiva, el Congreso contempla varias leyes que podrían imponer una decisión a nivel nacional sobre este asunto y que acercan a EEUU más a las iniciativas de la ONU, como es el caso del Proyecto McCain-Lieberman, que supone la reducción drástica de los gases que contribuyen al calentamiento global. No obstante, estas propuestas siguen siendo inferiores a lo que propone el Protocolo de Kyoto.

Más información:

Véase los artículos “El cambio climático, un tema de campaña ineludible” de www.lanacion.com. (21 de enero de 2007)

"El Congreso de EEUU organiza un coloquio internacional sobre cambio climático ante la pasividad de Bush" (11 de febrero de 2007) El País.com

"Senado de EEUU aprueba una iniciativa sobre calentamiento global" (2 de noviembre de 2007) Xinhuanet.com

“Waking up and catching up” (25 de enero de 2007) Economist.com