¡¡¡Feliz Día de la Tierra!!! La República Independiente del Medio Ambiente quiere celebrar esta fecha tan importante para la naturaleza, dedicándole un espacio a Thomas Culhane, un profesor que nos demuestra que con imaginación y esfuerzo se pueden conseguir grandes cosas para ayudar a los más necesitados y proteger el medio ambiente. Este investigador americano-iraquí ha presentado una nueva forma de ecología solidaria, instalando en las zonas más pobres de El Cairo más de treinta calentadores de agua realizados con materiales reciclados y que funcionan con energía solar.
Lo novedoso de este proyecto es que los calentadores son "muy fáciles" de construir y pueden generar 200 litros de agua caliente y otros 200 de agua fría al día, asegura su creador, el profesor de la Universidad de California, Thomas Culhane. Además, subraya que la sencillez de estos mecanismos permite que, mediante vídeos que él y sus colaboradores muestran, cualquier persona pueda fabricarse su propio sistema de biogas.
Culhane ha sido elegido Explorador Emergente por la National Geographic Society por la labor de su ONG, Solar CITIES, con las comunidades pobres egipcias, un proyecto que espera desarrollar en otros países en un futuro.
Este investigador explica que el problema para implantar a gran escala estas tecnologías es siempre "una cuestión política" porque con los fondos necesarios, en una fábrica podrían construirse 100 calentadores en dos semanas y por tanto alcanzar el millón de unidades en poco tiempo.
"Egipto puede resolver al menos la mitad de sus necesidades energéticas a través de la energía solar", declara Culhane.
Su objetivo es poder trasladar por todo el mundo sus conocimientos sobre la instalación de estos sistemas y para ello ha creado una red de entrenamiento de trabajadores inmigrantes para la construcción de inventos sencillos y baratos que pueden llevar a sus países de origen.
Sobre la lucha contra el cambio climático, Culhane apuesta por la "ecología urbana", una nueva manera de concebir la ciudad, donde no se tira nada y cada hogar produce la energía suficiente para su consumo y un poco más para el bien común.
También destaca la importancia de escuchar las ideas de los países en vías de desarrollo para frenar el cambio climático, pues la inspiración de su proyecto surgió al convivir con los Zabbaleen, una comunidad pobre de Egipto que ha hecho de la recolección de basura y el reciclaje su modo de vida.
"Los pobres tienen capital intelectual, material, técnico y social, y si estuvieran respetados y conectados en la comunidad global podrían salir solos de la pobreza", afirma Culhane. Este profesor confía en la inteligencia colectiva a través de la interconexión mundial como solución a los problemas actuales y denuncia que "la trampa de la pobreza es que ellos no tienen suficientes conexiones con el mundo exterior para poder utilizar sus talentos".
Al final de nuestra entrevista Culhane nos aseguró que tiene esperanzas de que su proyecto siga adelante porque al menos él y sus colaboradores van a poner todo de su parte. “Ahora solo se trata del tiempo y de los medios, porque nos vamos a dedicar a esto durante el resto de nuestras vidas”.
El proyecto de Thomas Culhane es un ejemplo de lo importante que es unir nuestras ideas en busca de soluciones novedosas para luchar contra el cambio climático.
Más información:
(Esta noticia aparece en diversos medios porque Inma Casas la publicó para EFE)
No hay comentarios:
Publicar un comentario