Existen muchos métodos que permiten un consumo responsable y respetuoso con el medio ambiente
Durante los próximos días millones de personas recibirán numerosos regalos, una antigua tradición para demostrar nuestra generosidad con los seres queridos, pero que desde hace tiempo está estrechamente relacionada con el consumismo desenfrenado.
Una consecuencia derivada de las compras navideñas es la gran cantidad de desechos que generamos con ello. Según los últimos datos ofrecidos en la Guía Verde de la revista National Geographic, en Estados Unidos se tiran anualmente 61.000 kilómetros de cinta de envolver, “cantidad suficiente como para rodear la Tierra entera con un gran lazo”. A esto hay que sumar los 4 millones de toneladas de papel de regalo y bolsas que se tiran cada año en ese país, o los 73,5 millones de toneladas de embalajes que terminaron en lo vertederos estadounidenses tras la Navidad de 2001.
Por ese motivo, diversos grupos ecologistas denuncian el grave impacto medioambiental que supone la celebración de estas fiestas y reclaman festejarlas de una manera diferente, es decir, regalar en clave “verde”, por ejemplo con envoltorios más ecológicos. Ese gesto reduciría notablemente los efectos nocivos sobre la naturaleza del papel, las bolsas de regalo y las tarjetas de felicitación que consumen una gran cantidad de papel virgen. A continuación presentaremos algunas propuestas que presentan los expertos de National Geographic:
Envoltorios más respetuosos con la naturaleza
-Usar papel reciclado o papel de estraza para embalar reciclado al 100%, y que podemos personalizar haciéndole algunos dibujos.
-Otra solución útil la encontramos en el papel de origen no arbóreo fabricado a partir de lino, el cáñamo y el algodón orgánico.
-Reutilizar hojas de calendarios viejos, suplementos dominicales o mapas obsoletos.
-Desenvolver los regalos con cuidado y reutilizar el papel, (aunque en el caso de los regalos para niños es difícil que el envoltorio sobreviva a la impaciencia juvenil).
-Para lazos podemos usar cintas de rafia, y cordeles renovables de cáñamo o de algodón orgánico o reciclado.
-No usar cintas con PVC, que liberan dioxinas cancerigenas durante su proceso de fabricación.
-Comprar bolsas fabricadas con fibras naturales o material reciclado.
-Pero, sin duda una de las formas más innovadoras es seguir una tradición japonesa y envolver los presentes en un trozo cuadrado de tela de ropa vieja como bufandas, pañuelos, camisas o fundas de almohada.
Tarjetas de felicitación ecológicas
-La opción más moderna son las felicitaciones electrónicas, que supone un escaso gasto de material y recursos energéticos.
-Utilizar tarjetas de felicitación de papel reciclado y las etiquetadas PCF, que significa que el papel ha sido procesado sin utilizar cloro para el blanqueo.
-También están las elaboradas con papel de origen no arbóreo, como el cáñamo, que requiere menos recursos y pesticidas que los árboles, y sus fibras pueden reciclarse más veces que el papel extraído de la madera.
-Las más novedosas son las tarjetas de felicitación que incluyen semillas de flores silvestres en el papel, porque las tarjetas se pueden plantar, y el papel se recicla de forma natural.
Todo ello demuestra que hay muchas alternativas a los envoltorios de regalo tradicionales, que son económicas, sencillas, creativas y que reducen los desechos. En resumen, si las compras con sentido ecológico se convierten en la tarea prioritaria general, ése será el mejor regalo de Navidad para el planeta.
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