martes, 9 de diciembre de 2008

Finlandia, un ejemplo de sostenibilidad

La certificación forestal garantiza un desarrollo industrial respetuoso con la naturaleza

La Navidad ya ha inundado las calles de las ciudades de medio mundo y muchos ciudadanos decoran sus casas con abetos. El abeto, el pino y el abedul son las tres principales especies de árboles que forman los bosques de Finlandia.

Este país nórdico es el más boscoso de Europa, con el 65% de su territorio cubierto por bosques, de los cuales el 8% están protegidos, convirtiéndose así en el territorio con más espacios arbolados protegidos de Europa. También es el Estado más lacustre del mundo con alrededor de un 10% de su superficie cubierta por lagos. Su actividad económica está muy ligada a la naturaleza, según Jorma K.O. Ignatius, gerente de Marketing, de la fábrica de Stora Enso Oyj en Imatra, Finlandia se define como el país del “oro verde”. Además, el bosque finlandés ayuda a mitigar los efectos del cambio climático porque absorbe unos 35 millones de toneladas de las emisiones de dióxido de carbono que produce esta nación escandinava al año. Todo ello explica que los finlandeses sientan un enorme respeto por el medio ambiente. El bosque es una fuente importante de materias primas, que ha permitido el desarrollo de industrias de celulosa, pasta de madera y papel, que suponen el 40% de todas las exportaciones del país. Finlandia es uno de los principales productores de papel y cartón del mundo, junto con Estados Unidos, Canadá y China.

Entonces, si se beneficia de la tala de árboles ¿cómo podemos considerar a Finlandia un ejemplo de país ecológico? La respuesta la encontramos en la certificación forestal, un sistema que garantiza que el producto forestal (papel, cartón…) proviene de un bosque gestionado con criterios de sostenibilidad. Esta idea surge en 1988, cuando organizaciones ecologistas británicas proponen establecer una etiqueta internacional que certifique los productos madereros de selvas tropicales producidas de forma sostenible, pero no fue hasta 1993 cuando se presenta en Montreal (Canadá), el Consejo de Administración Forestal (Forest Stewardship Council), como órgano de la certificación FSC, con sede actual en Oaxaca, México. Al mismo tiempo, se desarrollaron una serie de Conferencias Ministeriales para la Protección Bosques de Europa, en las que se hacía referencia a la certificación forestal y a la Gestión Forestal Sostenible.

En la actualidad, existen numerosos sistemas de certificación: EMAS, ISO 14001, FSC CoC… Uno de los más destacados es la Certificación Forestal Paneuropea (PEFC) que promociona el desarrollo de bosques que permitan el equilibrio económico, ambiental y social. Aproximadamente más de 203 millones de hectáreas en todo el mundo están certificadas siguiendo este modelo. En 1998 el sector privado forestal europeo creó el PEFC como una iniciativa voluntaria, basada en los criterios presentados en las Conferencias Interministeriales de Helsinki (1993) y Lisboa (1998) para la protección de los bosques de Europa, en el que participan actualmente 18 países. Se calcula que en Europa hay 40 millones de hectáreas de bosque certificado mediante ese sistema.

En Finlandia el 95% de sus bosques están certificados, lo que supone más de 20 millones de hectáreas. Sin embargo, en la mayoría de países el porcentaje es muy inferior, eso explica que sólo el 9% de todos los bosques del mundo estén certificados.

En cuanto a la certificación forestal en España, Víctor González Profesor de la Escuela de Ingenieros Forestales de la Universidad Politécnica de Madrid señala que “hay dos modelos de certificación forestal que existen en España, PEFC y FSC (Forest Stewardship Council o Consejo de Administración Forestal)”. Según los datos más recientes, la situación es positiva, de hecho, el último Boletín de PEFC-España destaca que “las empresas españolas relacionadas con el sector forestal han apostado muy fuerte por la certificación y en el último año se ha experimentado un crecimiento del 38%”. En Andalucía, en el primer trimestre de 2008 la superficie certificada se ha incrementado en un 22%.

No obstante, el porcentaje es bastante inferior en comparación con Finlandia, porque España posee 28 millones de hectáreas arboladas y sólo el 3,5% (más de 1 millón) está certificado por el sistema PEFC.

Merja Simonen, gerente de atención al cliente de la empresa Stora Enso en Finlandia, afirma que la tala selectiva junto con la inmediata repoblación de la misma especie, permite el desarrollo de bosques de buena calidad, porque los árboles crecen mejor en áreas más abiertas. La explotación sostenible de los bosques exige que, como mínimo, el crecimiento sea igual a la tala.

En Suecia y en Finlandia, el crecimiento de los bosques es mayor que la tala y el volumen de árboles en crecimiento se ha incrementado notablemente. Además, en los bosques bien gestionados, se evitan más incendios forestales que en las zonas arboladas sin ningún tipo de supervisión humana.

En definitiva, Finlandia es todo un ejemplo a seguir porque como apuntan en la Revista de la Dirección General de Medio Ambiente “los finlandeses son conscientes de que los bosques son mucho más que un activo económico: también tienen un gran valor cultural, recreativo y medioambiental”.

Más información:

http://www.storaenso.com/Pages/default.aspx

http://www.fsc-spain.org/

http://www.pefc.es/

http://ec.europa.eu/environment/news/efe/25/article_4282_es.htm

1 comentario:

Jose Luis dijo...

Muy interesante el artículo, no sabía q hubiese una pág tan buena relacionada con el medioambiente. Espero q en España tengan algo de conciendia con respecto a nuestros bosques.