Las últimas elecciones presidenciales en EEUU demostraron que ni el 11-S, ni la guerra de Irak pudieron derrotar al presidente Bush. No obstante, lo que podría acabar con el poder de los republicanos sería el cambio climático. Para dicha afirmación nos basamos en las estadísticas más recientes que muestran que los estadounidenses están cada vez más concienciados con dicha problemática, sobre todo desde la difusión del documental de Al Gore, Una verdad incómoda, los desastres causados por el huracán Katrina en Nueva Orleans y los incendios de California del verano de 2007. El siguiente fragmento de un artículo de Economist.com reafirma esta idea:Sin embargo, la lucha ciudadana no queda sólo en palabras y buenas intenciones, sino que apuestan por un compromiso real y activo. De hecho, cuatro de cada cinco ciudadanos estadounidenses, que son los mayores emisores de dióxido de carbono del mundo, estarían dispuestos a modificar sus hábitos para frenar el calentamiento global. Así lo muestran los datos del informe presentado por la cadena pública británica BBC, que ha cotejado las opiniones de 22.000 personas en 21 países diferentes y del que se desprenden datos muy esperanzadores.
De todo esto parece desprenderse la idea de que en EEUU los ciudadanos están más decididos que su propio gobierno a contemplar cambios serios en su estilo de vida a fin de combatir el calentamiento global, así que la opinión pública es también un relevante actor ha tener en cuenta.
En definitiva, la lucha contra el calentamiento global se hará desde la población, porque cada vez tienen más fuerza sus propuestas. Pero, lo que es más importante, a los políticos les preocupan los votos de esa ciudadanía cada vez más concienciada, y como consecuencia se ven obligados a responder a sus demandas. En resumen, el medioambiente de EEUU y del mundo tiene puestas sus esperanzas en la lucha ciudadana.
Más información:
No hay comentarios:
Publicar un comentario